Museo ruinas de Huanchaca

Sala de patrimonios

Patrimonio Etnográfico

La invernada, la veranada, los caminos y las estancias

Pastoreo en la cultura atacameña

La historia no siempre se encuentra en libros o en películas, a veces se esconde en elementos del paisaje, en las huellas marcadas en el suelo o en estructuras de piedra a la orilla del camino.
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A veces, ni siquiera se esconde, y lo único que hace falta para conocerla es observar con atención.
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¿Qué es el pastoreo?

Desde mucho antes de la llegada de los primeros españoles, las poblaciones indígenas de la Región de Antofagasta obtenían su sustento principalmente a través de dos actividades: la agricultura y el pastoreo. El primer ganado de los pastores atacameños fueron las llamas, más tarde se incorporaron las ovejas y las cabras. El pastoreo consiste en el cuidado de los animales mediante su constante desplazamiento en busca de agua y alimento por las distintas alturas del sector cordillerano.

Antiguamente, esta actividad aún presente en el territorio, se hacía a pie, trazando con el paso del ganado las rutas que hoy conocemos como “caminos troperos”. Senderos que han sido usados por incontables generaciones para acceder a alimentos, medicina y materias primas; guiar al ganado a los campos de pastoreo de invernada y veranada; intercambiar productos con otras comunidades indígenas de la Cordillera de Los Andes e incluso para llegar al Océano Pacífico, dando cuenta de la profunda vinculación de los atacameños con el territorio en que habitan hasta la actualidad.

¿Qué es la veranada y la invernada?

El permanente traslado de las tropas de ganado en la cordillera atacameña no es aleatorio ni fortuito, sino producto del traspaso de conocimiento que se ha dado por generaciones en las familias dedicadas a la actividad pastoril. Es así como hasta el día de hoy los espacios para pastoreo se encuentran clasificados en dos grandes tipos: veranada e invernada.

La veranada, como su nombre lo indica, es aquel terreno destinado al pastoreo de animales durante la temporada de verano, que va desde noviembre hasta marzo y en ocasiones se extiende hasta el mes de abril. Los sectores de veranada se caracterizan por estar ubicados en zonas altas, superando los cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Los sectores de invernada, por el contrario, son aquellos utilizados durante los meses más fríos, y se ubican en zonas más bajas y cercanas a los pueblos.

¿Dónde vivían los pastores?

Debido a que en el pasado el traslado de los animales era una tarea de días, los pastores construyeron viviendas con corrales de piedra para el descanso y refugio llamadas estancias. Las estancias solían ser ocupadas por varias familias, aunque rara vez alojaban dos al mismo tiempo. Por su ubicación al interior de quebradas, servían de refugio natural contra el viento y los depredadores, y sus corrales se utilizan hasta el día de hoy para echar pasto a los animales cuando el forraje natural escasea, rodear y contar la tropa, vacunar, esquilar, marcar y para la ceremonia del Floreamiento.

Trivia

En lugares importantes de los caminos  troperos, especialmente en los puntos altos, suelen haber espacios ceremoniales de los atacameños llamados apachetas. Estos hitos de ruta consisten en cúmulos de piedra a los que se le entregan ofrendas y pagos a cambio de protección para el viaje del pastor. Además de dejar bebidas alcohólicas y hojas de coca, se acostumbra aportar una nueva piedra a la apacheta, la que tendrá mayor valor si proviene de un lugar lejano.

Científicamente hablando...

Existe una larga historia de domesticación de llamas en la región de Antofagasta, donde se aprovechaban recursos como la carne, lana, cuero y huesos de animales. Las poblaciones indígenas practicaban la trashumancia, trasladándose constantemente debido a la distribución de recursos naturales en un territorio extenso. Este movimiento entre estancias y pastizales se efectuaba según las estaciones, con veranadas en altitudes superiores en verano y movimientos hacia zonas más bajas en invierno. Los caminos troperos, fundamentales para la trashumancia, eran recorridos por los pastores y sus animales, marcando circuitos. La vida de los pastores se ha modernizado con el uso de camionetas, pero aún conservan prácticas tradicionales como la misma trashumancia, ruta hecha en función de los recursos disponibles. Las estancias y corrales actúan como refugios y puntos de referencia en este sistema de pastoreo, preservando la historia local. En este contexto, las apachetas, cúmulos de piedra en los caminos, mantienen su importancia ritual como lugares de ofrendas y pago durante los viajes.
MRDH

Fuente

- Fotografía propiedad de William E. Rudolph.
- Fotografía propiedad de Caminantes del Desierto.
- Fotografía propiedad de Andrea Molina.
- Fotografía propiedad de Andrea Molina.
- Fotografía propiedad de Claudio Mercado.
- Comunidad Socaire (2022). Informe Antropológico Comunidad Atacameña de Socaire.
- Fotografía propiedad de Andrea Molina.