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El pastoreo: Una actividad familiar

Pastoreo en la cultura atacameña

Las tradiciones familiares a veces nos pueden parecer aburridas, especialmente cuando somos pequeños y nuestro rol en ellas no parece tan importante. Pero con el paso de los años, al ir creciendo y formando nuestra identidad, nos damos cuenta que este tipo de gestos tienen un impacto profundo en nuestra forma de ser y de relacionarnos.

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En muchas ocasiones, estas tradiciones nos entregan valores y habilidades muy útiles para enfrentar la vida, y que son una oportunidad privilegiada para reforzar nuestros lazos con quienes más queremos.
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¿Por qué se dice que el pastoreo se hace en familia?

El pastoreo es una actividad en la que participan grandes y chicos, donde a la tierna edad de siete años ya es suficiente para tener las primeras interacciones con el ganado, vigilando que las ovejas pasten y ninguna se escape muy lejos. Este acercamiento temprano al trabajo familiar ayuda a los niños a prepararse para la vida adulta, donde serán ellos mismos los encargados de sus propios animales, a los que van criando desde que son jóvenes y que separan del ganado de sus padres al momento de casarse.

Como parte de este proceso de crecimiento en el oficio del pastoreo, en algunas comunidades los padres continúan regalándole una primera llama a sus hijos o nietos. Si la llama tiene muchas crías, se considera que el niño o la niña tiene buena suerte y en el futuro tendrá éxito con su propia tropa.

¿Cómo se maneja el ganado?

Toda la familia tiene experiencia trabajando con ganado, además de un profundo sentido de comunidad y colaboración. Es por esta razón que incluso los familiares que viven fuera tienen la costumbre de regresar a la comunidad para apoyar en actividades importantes del oficio pastoril, como lo son los floreamientos, la esquila, las vacunaciones, los baños antisárnicos y los movimientos anuales entre invernada y veranada.

Cuando no se está viviendo alguno de estos procesos, el pastoreo se mantiene calmo, aunque no por eso deja de ser un trabajo altamente sacrificado. Tradicionalmente, los pastores salen al campo con sus ganados, para observarlos y protegerlos del ataque de depredadores, como zorros y pumas. Durante las horas en el campo, se dedican a tareas como el hilado, el mismido y el tejido. El conteo generalmente se hace en la tarde, cuando los ganados regresan al corral, para asegurarse de que no falte ninguno, porque de faltar un animal, hay que partir a buscarlo en un recorrido que no se sabe cuánto tardará. Algunos pastores antiguos, recuerdan haber caminado más de cuarenta kilómetros diarios cumpliendo con estas tareas.

¿Qué son los baños antisárnicos?

Una costumbre esencial vinculada al manejo del ganado es la realización anual de los “baños  antisárnicos”. En la primavera, se realiza esta actividad comunitaria que consiste en reunir a todo el ganado de  los pastores para aplicarles un medicamento que combate la sarna, piojos y garrapatas. Para iniciar, las familias instalan una mesa ritual sobre la que ponen sus ofrendas a la Pacha Mama y al ganado, las que usualmente consisten en bebidas y hojas de coca.

Tradiciones como la del baño antisárnico, al desarrollarse en espacios comunitarios, ayudan a preservar y fortalecer los lazos sociales que constituyen la comunidad y entregan un elemento distintivo a la identidad del pueblo atacameño.

Trivia

Para la realización de los baños antisárnicos, la comunidad acostumbra dirigirse con su ganado al sector de estancias, donde hacen pasar a los animales de un corral a otro a través de un pasillo con desnivel que llenan con agua y el medicamento diluido. Cuando todos los animales han sido bañados, suelen terminar el día con un gran asado.

Científicamente hablando...

El pastoreo en las comunidades cordilleranas es una actividad que involucra a toda la familia, incluyendo a niños que aprenden desde temprana edad a manejar los rebaños y otras labores pastoriles, como la esquila o los baños antisárnicos, que se llevan a cabo de manera colectiva. Estas prácticas fortalecen los lazos familiares y comunitarios, además de mantener la identidad cultural como la tradición de regalar llamas a los hijos y nietos como símbolo de suerte y futuro como pastores. El baño antisárnico, sigue siendo una actividad esencial que se realiza anualmente con la participación de toda la comunidad y apoyo institucional, reforzando así la importancia del pastoreo como elemento central de la vida en estas comunidades.
MRDH

Fuente

- Alvarado et. al. (2012). Andinos. Fotografías siglos XIX y XX. Pehuén.
- Fotografía propiedad de Ckunsa Ttulva.
- Dibona, G. (2018). Hondas y Sogas en la Puna Atacameña. Memoria para optar al Título de Antropóloga Social, Universidad de Chile.
- Fotografía propiedad de Andrea Molina.
- Fotografía propiedad de Andrea Molina.
- Fotografía propiedad de Andrea Molina.
- Fotografía propiedad de Andrea Molina.