Museo ruinas de Huanchaca

Sala de patrimonios

Patrimonio Arqueológico

Antecedentes generales del sitio

Sitio La Chimba 13

El sitio la Chimba 13, también conocido como Quebrada Las Conchas, es un conchal de 18.910 m2 de superficie, con una antigüedad que data del Arcaico Temprano (entre 10.280 y 7.100 años atrás).
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Los restos que se encontraron en la zona permitieron conocer sobre la existencia de un denominado Complejo Huentelauquén, un campamento de pescadores, cazadores y recolectores en la costa norte de la ciudad de Antofagasta, y permitió recopilar información para entender su estilo de vida.
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¿Quién comenzó a estudiar primero la Chimba 13?

En primeras instancias, fue visitado por el arqueólogo y antropólogo Horacio Larraín y el sacerdote jesuita y catedrático de la Universidad del Norte, Enrique Álvarez Castro. Ambos visitaron los pies de la quebrada de Las Conchas en 1964 y registraron litos (rocas) geométricos, puntas de proyectil, y realizaron anotaciones del ecosistema de las quebradas cercanas. 

En 1990, Larraín regresó a la quebrada de La Chimba y encontró nuevamente litos geométricos, así como también manos de morteros, restos de moluscos, y nuevas anotaciones de la flora endémica del lugar.

¿Existieron grupos humanos allí?

Posteriormente, el sitio fue abordado desde 1977 hasta principios del 2000, bajo un trabajo interdisciplinario dirigido por el arqueólogo Agustín Llagostera y, entre sus múltiples descubrimientos, pudo determinar que existió un grupo humano denominado Complejo Cultural Huentelauquén, que se asentó en La Chimba 13 en el Holoceno Temprano, desde la Costa de Antofagasta hasta la costa de Pichidangui. Su mayor descubrimiento, fue concluir que el actual conchal no fue un simple lugar de residencia; si no, uno de relevancia social y de carga simbólica, asociado al entierro de un individuo masculino y la utilización de pigmentos rojos, tanto en el entierro como en los litos del lugar.

¿Qué se descubrió sobre el pasado del sitio?

El análisis estratigráfico, que permite distinguir si los eventos son de cronología más antigua o más reciente, permitió conocer la existencia de dos eventos ocupacionales en La Chimba 13, datados por fogones donde probablemente se realizaban gran parte de las actividades domésticas y sociales del grupo. La más antigua fue identificada en una concha hallada en un fogón con fecha 10.300 a.p.; y la más reciente con fecha 7.200 a.p., identificada en un resto de carbón en el otro fogón. 

Por la gran cantidad de desecho de talla lítica y la gran cantidad de astillas de huesos, se descubrió que las actividades desarrolladas en el sitio habrían consistido principalmente en la manufactura de herramientas utilizadas principalmente para conseguir alimentos y preparar los derivados de estos (huesos, anzuelos, pieles, etc). Los restos dan cuenta de una variada gama de especies, evidenciando que los grupos humanos que habitaron en la Chimba 13 recolectaron todas las especies de moluscos existentes y una gran variedad de peces.

Finalmente, se logró determinar que las variadas formas geométrica en los litos fueron elaboradas mediante técnicas de tallado y pulido, principalmente en rocas como la arenisca y la andesita, siendo consignadas formas de estrellas de cuatro (4) a ocho (8) aristas, círculos, hexágonos, y otros polígonos. Actualmente, estas se encuentran depositadas y resguardadas en su mayoría en el Museo de Antofagasta.

Trivia

Por la falta de evidencias que reflejen un lugar de habitación, donde convivieran y pernoctaran los miembros del grupo, se piensa que probablemente el sitio habitacional se hallaría en otro sector. Una posibilidad es que se encuentre bajo el mar debido a que hace unos 10.000 años a.p., la línea de costa se encontraba aproximadamente 10 km mar adentro, lo que hace pensar, ¡¿nuestro rastro también quedará bajo el mar en algún momento?!

Científicamente hablando...

El sitio La Chimba 13 es un campamento ceremonial de pescadores, cazadores y recolectores del Arcaico Temprano, situado a una altitud de 270 msnm y a unos 3 km de la costa, aunque no se han encontrado evidencias de habitación, una posibilidad es que el sitio residencial podría estar bajo el mar debido a cambios en la línea costera. El trabajo arqueológico liderado por Agustín Llagostera desde la década del 70 ha revelado un contexto ritual marcado por litos geométricos y pigmento rojo, sugiriendo una importancia social y simbólica del sitio. Investigadores han profundizado en la relación entre el paisaje y los antiguos habitantes de Antofagasta. Los análisis estratigráficos han identificado dos eventos ocupacionales revelando la presencia de fogones y actividades domésticas y sociales. Las evidencias materiales muestran una manufactura de artefactos óseos y líticos, con una alta complejidad tecnológica que refleja un profundo conocimiento de las materias primas y su interacción.
MRDH

Fuente

- Fotografía hecha por equipo Riolab.
- CRUZ J. y Llagostera, A. (2011). Prehistoria de Antofagasta. En la ruta de los primeros Antofagastinos”, CORE de Antofagasta y Agrupación Cultural Naturaleza y Patrimonio Antofagasta, Morgan Impresores, Antofagasta.
- Rojas, N. (2015). Evidencias tempranas del Poblamiento de Antofagasta: A más de 10.000 años de las primeras huellas de nuestra identidad. Consejo Nacional de la Cultura. Gráfica Quilicura, Grupo de Empresas El Mercurio, Antofagasta.
- Riveros, R. (2008). Descubriendo nuestro pasado, o como los restos materiales nos hablan de nuestros predecesores, CMN.
- Fotografía hecha por equipo Riolab.
- Ortlieb L., Fuentes E., Guzman N. y Llagostera A. (1997) Paleotemperatura del mar en la bahía de Antofagasta, durante la transición Pleistoceno-Holoceno: resultados preliminares de análisis isotópicos seriados en conchas de Concholepas concholepas. En: Actas del VIII Congreso Geológico Chileno, vol. 1, Universidad Católica del Norte, Antofagasta.
- Fotografía hecha por equipo Riolab.